EL SILENCIO DE DIOS

 

Salmos 83:1 “Oh Dios, no guardes silencio; No calles, oh Dios, ni te estés quieto”

 

Es increíble ¿Como las cosas se nos pueden salir de control, pareciera que un día todo está normal y dicha normalidad dudara para siempre y el día siguiente es todo lo contrario y pareciera que nunca saldremos de ese desierto temible.

 

Lo más difícil en los momentos de desierto es la soledad que se siente, pensamos que Dios se ha olvidado de nosotros, por eso es importante saciarnos de la Palabra de Dios, tener una vida Espiritual y así no nos desgastamos y perdemos nuestras fuerzas.

 

Con todo esto es importante primero tener en cuenta que Dios, jamás nos dejara y se olvida de cumplir sus Promesas, Él no es Hijo de Hombre que mienta E hijo de hombre que se arrepienta de los que promete, Dios guarda silencio porque es necesario, para ver en nosotros cuán importante  es él en nuestras vidas y el tiempo que tenemos para buscarlos con intensidad anhelando su presencia.

 

Debemos aprender y entender el silencio de Dios, sé que no es fácil, pero tampoco difícil si nos aferramos a sus promesas y a su Palabra. Después de un silencio viene la bendición. 

 

Dios examina lo más íntimo de nuestro corazón, él no coloca pruebas duras que no podamos resistir, él sabe hasta qué punto lo podemos sobrellevar, Dios quiere moldear nuestras vidas, nuestro carácter y probar nuestra fe. Dios no se ha olvidado de nosotros, sabe tus necesidades, sueños y el anhelo de tu corazón.

 

Hombres como Abraham, David, Elías entre muchos otros pasaron por esos momentos de silencio en donde experimentaron sentimientos encontrados, desesperación, persecución y tantas cosas que aparentemente los querían hacer creer que los propósitos de Dios en sus vidas no se cumplirían, más al ver el final de cada uno podemos ver como un Abraham considerado amigo de Dios y padre de la fe hizo historia, un David considera por Dios mismo conforme a su corazón y muchos más.

 

Si estás pasando por estos momentos de angustia y desesperación porque las cosas no salen como tu esperas, levanta tus ánimos y sigue adelante esfuérzate y se valiente, no te rindas al primer obstáculo, mantente firme como soldado de Cristo, porque grandes cosas viene para ti.

 

Dios te Bendiga.